¡Sea Ahora!

Usted tiene que acomodarse en el silencio del Ahora.
Tiene un sólo lugar para quedarse y ese lugar le es dado naturalmente, de regalo.
Ese es absolutamente el lugar más relajante para que usted Sea.
¡Sea Ahora!
Y vea lo que usted recoge de ese “Ser Ahora”.
Si usted se aquieta, usted nota que en el aquí y ahora no hay mente.
Y aunque ella aparezca, como usted no la está alimentando, ella desaparece.
Es como si la energía que antes estaba enfocada en algún lugar, ahora está desenfocada.
Su cuerpo-mente tiene siempre un impulso,
porque la naturaleza del cuerpo-mente es movimiento. Parada, la mente no existe.
Ella sabe que parada, desaparece. Entonces, ella se alimenta,
ella siempre tiene que hacer algo.
Es el movimiento de la mente y del cuerpo lo que mantiene la idea de que usted tiene,
dependiendo de quién sea usted. SI usted se tranquiliza, esa idea no se retroalimenta más.
Cuando esa idea comienza a sumir... comienza a aparecer algo nuevo:
usted comienza a tornarse consciente de que usted no es lo que piensa usted que es.

Usted permanece siendo quién usted piensa que es,
simplemente, recordando el pasado.
Su memoria tiene ese poder y si usted se da cuenta de eso,
usted para de contar su historia y comienza a entrar en el Silencio.
Entonces, la historia del Silencio - que no es una historia -
comienza a serle contada a usted. Ahora usted mira para el Ahora.
Y, en eso, nace un “nuevo usted”.